martes, 26 de febrero de 2013

TODO ES COMPARABLE






Hablaba el otro día de Antonio López, y hoy vuelvo al maestro, pues acabo de encontrarme con él en un pequeño divertimento que estoy leyendo. En ese encuentro, el maestro tiene unos diecisiete años.


..."en el Casón del Buen Retiro, donde tantos grandes arquitectos y pintores dieron los primeros pasos, reproduciendo, a carboncillo, con lápiz Conté Paris y difumino, la Venus de Médicis, el Discóbolo, el Apolo del Belvedere o un esclavo de Michelangelo. Todos los arquitectos, pintores y escultores madrileños de cierta edad recuerdan esta experiencia. Los pintores aseguran que la calidad media de los arquitectos, aterrorizados por su durísimo examen de ingreso, era la más alta; los arquitectos sobre todo se acuerdan de un niño, de unos diecisiete años, que los dejaba a todos boquiabiertos; como era un niño lo llamaban Antoñito, y así ha quedado, y debería quedar, para la posteridad, Antoñito López García; ya sé que no es un niño, que ha crecido, pero tampoco lo es Antonello di Messina".



 Las páginas de Todo es comparable albergan un batiburrillo de temas: arte, arquitectura, diseño, deporte..., y en ellas el autor, con gran inteligencia y fina ironía relaciona cosas que no vienen a cuento: el Greco con un caracol, la Gioconda con la reproducción de un calendario, un museo con una casa de placer y la Ley seca, la marcha atlética con Napoleón...; de ahí el título del libro.


 "-¿Te has dado cuenta de que los caracoles son como el Greco? Sí, sí, como Domenicos Theotocopulos, que, habiendo nacido en Creta, aprende a pintar con propiedad esa especie de iconos que se hacen por allí, pero en cuanto se desplaza a Venecia, su admiración por Tiziano y la influencia de Tintoretto lo transforman en el más veneciano de los venecianos, en el más sensual, colorista y excesivo pintor de la Serenísima, pero resulta que llega a Toledo y en una conversión traumática se vuelve austero, sobrio, castellano viejo, caballero de la mano en el pecho, de un misticismo desbordante, el más sincero personaje de la España profunda.
 -Perdone, Maestro, pero sigo sin ver muy clara la relación con los caracoles.
 -Tusquets, ¡pero si es evidente! Lo que distingue al Greco, lo que lo convierte en un artista inmortal, es su absoluta falta de personalidad, es su facultad de metamorfosearse, como los camaleones, de absorber los valores de su entorno con tal intensidad que, al final, resulta más auténtico que los autóctonos, ¿y cuál es la virtud culinaria del caracol?, ¿qué lo ha convertido en uno de los protagonistas de tantas cocinas y en manjar de gourmets? La carencia absoluta de sabor propio, su capacidad de absorber el de los condimentos que lo acompañan y transformarse en lo que desee el cocinero. Además, cuando con mi tenedorcito extraigo el caracol de su caparazón, fíjate en cómo se alarga adoptando una apariencia muy similar a la de los santos que levitan en los cielos del Greco...
 Así de entretenido resultaba comer cargols a la llauna en el Durán de Figueres con Salvador Dalí".



 Arquitecto, diseñador, pintor, escritor..., el autor, Oscar Tusquets Blanca (Barcelona, 1941), es uno de esos seres renacentistas en vías de extinción.



Oscar Tusquets Blanca


  Aquí os dejo tres muestras de su trabajo pictórico:



Fregona, obra de Oscar Tusquets Blanca















Regadera en fregadero, obra de Oscar Tusquets Blanca



Mi jardín y otros, obra de Oscar Tusquets Blanca


TODO ES COMPARABLE
Oscar Tusquets Blanca
Editorial Anagrama
Los textos pertenecen a la colección "Compactos Anagrama".

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